jueves, 30 de abril de 2009

8º VIAJE DE SIMBAD


Aunque Simbad
hizo la promesa de no embarcar más el Califa le insistió. Cuando llegó a la isla de aquel Califa,
Simbad no sabía cómo volver a su pueblo, entonces se tumbó en la barca y se dejó llevar por la mar, muy pronto Simbad se quedó dormido pero al poco rato ¡¡PUMM!! un temible ruido venía de las profundidades del mar, en seguida desperté y supe que ese ruido tan extraño no venía del mar, era que nos habíamos chocado con un gran bloque de hielo.

Cuando miré a mi alrededor observé que todo estaba desierto, lo único que veía, eran capas y capas de hielo, también hacía mucho frío ya que comprendí, que estaba en el polo sur. Yo me dije:
-Simbad no pierdas la calma, seguro que conseguirás salir de aquí.
Entonces con mucho cuidado me bajé de la barca y empecé a empujarla para poner rumbo a otra parte. Cuando empecé a empujar la balsa, el hielo se calló, ¡y me caí ha aquel agujero helado!
Ya perdí la calma, porque aquella isla estaba desierta y yo no podría subir a la balsa.
Ya sabía que me iba a morir a sí que cerré los ojos y caí empinado, pero antes de que muriera escuché una voz que me decía:
-¿He hombre estás bien?
Yo abrí los ojos y vi a un hombre con un rostro pálido, que venía a ayudarme a levantarme. Al principio creí que estaba viendo alucinaciones pero no, era vedad que aquel hombre extraño venía hacia mí.
De pronto me entró una sensación algo extraña por el cuerpo que me decía que, me iba a salvar.
Aquel hombre me ayudó a levantarme, y como no, aquel hombre me cogió y me montó en la balsa con la que había venido, me llevó hasta mi pueblo, pero fue muy extraño, desapareció en cuanto me llevó de vuelta.
Creí que todo había sido un sueño.
Pero no, era verdad que ¡¡alegría!!


1 comentario:

  1. Bastante interesante tu historia Ana.
    Debes cuidar la ortografía. Repasa el texto y verás que hay algunas palabras mal escritas y sobretodo, debes corregir las haches de las aes que van antes de infinitivo: a embarcar, a salvar,...

    ResponderEliminar